viernes, 23 de enero de 2015

Paisajes del Greco

Estuve ingresada en el HNP, Toledo. Llegó la primavera y necesitaba salir y cambiar el gris cemento por el color, respirar,  reflexionar,  y buscar respuestas a todas las  preguntas que en aquel primer año de lesión me hacia. Toledo es una ciudad inmortalizada por el Greco que aún conserva el aire imperial, con callejuelas estrechas, sus monumentos y murallas. De incalculable atractivo para los turistas pero de escasa accesibilidad para personas con movilidad reducida.

Esta ciudad no se comprende sin el río Tajo, que la defiende y acompaña.  En el meandro, hay un paseo que ofrece zonas de sombra, arboledas y tranquilos remansos de agua. 
Os dejo el enlace; http://www.toledo-turismo.com/turismofamiliar/os_hace/senda-ecologica-por-el-tajo/

Ecosenda del Tajo

Eureka! Una senda familiar para disfrutar de un tranquilo paseo y poder observar las aves y vegetación ¡Necesitaba verlo! La publicidad prometía avistar unas 70 especies de aves, flora riparia y lo más importante: para toda la familia!! Preparamos el planning para la aventura del día; cámara de fotos (Nikkon D70), guía de aves, binoculares, la mejor de mis sonrisas y una mochila cargada de ilusión  por mi primer encuentro con la naturaleza!!


Zonas habilitadas para familias

Allí pude observar una buena selección de especies vegetales propias del bosque de ribera y diferentes tipos de aves. Justo en la presa del río una garza observaba las tranquilas aguas para  cazar su almuerzo.
Lamentablemente no pude hacer todo el recorrido. El estado de la senda era malo, escalón entre tramo y tramo, con poca amplitud y sin firme o camino compacto. Nada adecuado para rodar a solas. 


Efectivamente fue la aventura del día y master en manejo de silla... Decepción? No! En mi caso tuve ayuda para recorrer la senda y acercarme al río y anotar detalles.

Siempre intento sacar partido de mis vivencias, y aquella, no iba a ser menos. Confirmé que a partir de aquel momento mi vida no iba a ser fácil y recordé que por fortuna la naturaleza seguía, sigue y seguirá ahí. No hay prisa. Comprobé de primeras que cuando se publicita el turismo familiar, el papel es muy sufrido, pero la realidad es tozuda. No se habilita el espacio, el ancho, desnivel, parkings, etc. Para completar el reto, crucé el río con la barca para  llevar turistas a ambos lados. Fijaros, por favor, en los escalones del embarcadero, ni rampa ni a cota accesible.

Cruzando el río Tajo

Es incomprensible cómo una ciudad que aloja el Hospital Nacional de Parapléjicos, ubicado a escasos dos kilómetros, no aprovecha sinergias y se posiciona turísticamente. ¿Porque no se facilita una verdadera senda adaptada, o se habilita mejor los monumentos, a todo tipo personas y sus diversidades? y añado ¿Por qué no enlazar el paseo hasta el hospital? (p.e. vía la Real Fábrica de armas). El paseo no sería corto, cierto es, pero sí muy reconfortante para los pacientes y familiares. Lo que sobra en cualquier hospital es el tiempo y paredes.

Mi nueva realidad: Hospital de referencia en una ciudad medieval. Sensaciones de reencuentro con la naturaleza turbias y apestosas, cómo las ciénagas del río. Pero de lodos y contaminación hablaré en otra entrada.

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